Primer paso: prepara tu mente

Uno de los motivos por los que abrí este blog fue el obligarme a organizar toda la informacion que tejía en mi cabeza esa densa red que forma la realidad coherente. Aunque es probable que más adelante escriba entradas acerca del tema que en ese momento tenga en mente (o, por supuesto, como respuesta a las cuestiones que me hagais - seduccionpractica@hotmail.es está a vuestra disposición-), intentaré elegir e hilar los primeros posts de forma lógica. Así que, por si hay alguien nuevo en estas lides, empezaremos como debe hacerse: por el principio.

Hay en El Metodo una cita introductoria de un capítulo (sino recuerdo mal, sacada de un discurso de graduación) que debería prologar toda pedagogía. Reza así: "Lo mas dificil del aprendizaje es deshacerse de lo aprendido."

Y es que resulta enormemente padarójico comprobar cómo precisamente el animal más inteligente sigue un ritual de apareamiento dictado por motivos absolutamente ajenos a la ciencia. Las convenciones antes, y los medios de comunicación en las últimas décadas (especialmente el cine), han creado unos protocolos que no se corresponden con los fundamentos reales del cortejo. Y lo peor, lo más desmotivador, es que los errores no nos hacen escarmentar; antes al contrario, cuando los cometemos, nos obcecamos en ellos, inistiendo, repitiéndolos, aumentando su gravedad.

Pondré como ejemplo el caso más típico y sangrante (sangrante también económicamente): para muchos, la forma de conocer chicas y ligar es invitarlas a todo y, ya en otro estado, hacer regalos (cuanto más caros, mejor). Una cosa es pagar un poco más que ellas cuando se sale para que no piensen que somos agarrados, o marcarse sorpresitas (en las cuales NO IMPORTA EN ABSOLUTO EL PRECIO) para que nos vean detallistas. Pero por favor, ¿alguien puede explicarme racionalmente el sentido de invitar a una chica al cien por cien de lo que beba, coma (y consuma) una noche, en la mayoría de los casos sin conocerla de nada?

No sólo es algo que carece de la más mínima lógica, sino que también es contraproducente de cara a la seducción: es comprensible que les agrade no tener que gastarse un duro, y por ello sean simpáticas y nos "sigan el rollo"; pero pensarán que somos unos necesitados dispuestos a pagar con tal de tenerlas un ratoa nuestro lado. Además, hoy en día la mujer se encuentra mejor con aquel hombre que la hace sentirse independiente. Por eso, el 99% de las tías no respetan (y mucho menos se sienten atraídas por ellos) a los que las invitan a todo. Sin embargo, ellos seguirán intentándolo perennemente con esa técnica. Quien la sigue la consigue... ¿no? (¿la ruina?).

Así pues, lo primero que recomendaría es flexibilizar la mente y relativizar los conceptos previos, la "programación social" grabada durante años en nuestro subconsciente. No hablo de un "formateo" por que sí, sino de cuestionar los credos habituales desde un punto de vista empírico, no absoluto, de forma que te sea posible aprender y probar cosas nuevas sin lastrarlos, y tú mismo decidas qué te es más efectivo en la realidad.

Piensa un poco sobre ello.

Un saludo y felices días en familia,

Alfred Plerota