Timidez y sociabilidad

Uno de los grandes problemas con los que lidiamos para enfrentarnos a la seducción de una chica es la timidez (me refiero a la nuestra -la suya también lo podría ser-). Una timidez que, además de ser un obstáculo en el proceso, para el 99% de las mujeres resulta todo lo contrario a atractiva.

Si tienes este pequeño problemilla (por el que la mayoría hemos pasado) y estás intentando solventarlo, encontrarás sitios que te recomiendan ejercicios radicales para "mejorar tu sociabilidad", y que abordes a chicas en discotecas para llevarte golpes y así aprender.

Y yo estoy absolutamente de acuerdo con que uno mejora con el esfuerzo y aprende de los errores. Pero también creo que los edificios se construyen desde los cimientos; y que, sin duda, no habrá muchos psicólogos que vean bien aventurarse en afrontamientos tan extremos para normalizar una disfunción. ¿Acaso no tenemos cada día decenas de situaciones en las que podríamos ir ejercitando nuestras relaciones sociales y poniendo las bases de nuestra extroversión sin suponer ningún trauma ni riesgo de batacazo?

Saludar a quien no solías (cada vez más claramente y con expresión facial más simpática), sacar conversación con quien tampoco lo hacías (por simple que sea el tema) o participar en las charlas donde guardabas silencio, son sencillas rutinas que puedes practicar en lugares donde te sientas relativamente cómodo: con tus amigos, en clase o el trabajo, con tu vecino en el ascensor o cuando vas a la tienda de la esquina. Y poco a poco, sin que te des cuenta ni lo intentes, se irán expandiendo.

Es cierto que llegado un momento, alcanzarás un escalón que es el más complicado y en el que de hecho se encuentra mucha gente que no tiene problemas de sociabilidad general: "entrarle "a una chica atractiva. Para superarlo, yo recomiendo empezar abordando a mujeres que no te gusten, y así te pondrás menos nervioso.

Comienza entablando conversación con normalidad con desconocidas por las que no te sientas atraído y en el lugar donde te resulte más fácil; luego, haz lo mismo, pero ya en lugares o situaciones de más tensión, como una discoteca. Siempre charla un rato y, si no tienes interés, después retírate por iniciativa propia (lo cual en cierto modo ya sería una forma de "cerrar"). Poco a poco irás cogiendole el truco y te será menos difícil hacerlo con una que te guste.

Ademas, ese cambio en tu interior actitud se dejará ver, sin que lo notes ni lo intentes, en una serie de cosas que proyectarás, como el lenguaje no verbal. Pero para ello, insisto, hace falta el tiempo. Tiempo, perseverancia... y paciencia; que por algo es la madre de la ciencia.

Saludos y suerte,

A.P.

seduccionpractica@hotmail.es