martes, 22 de diciembre de 2009

El hombre del siglo XXI














Época de crisis económica y de valores, dentro de una época mayor de cambios entre hombres y mujeres. En busca de "igualdad", ellas se hacen (muy justamente) con parte del papel adjudicado al hombre, y éste con parte de el de ellas.

Realmente supone un avance que nos acerquemos en cosas que solo nos separaban debido a convenciones. Sin embargo, continuar insistiendo en que somos iguales no es más que una falacia progre; que además, provoca otros problemas, pues se niega la realidad científica y ante ese mundo artificial de papeles difuminados muchos individuos resultan perdidos.

Es cierto que el hombre del siglo XXI presume (o incluso se le exigen) algunas caracteristicas hasta ahora femeninas y que agradezco hayamos adoptado. Por ejemplo, habilidades domésticas, cuidados corporales y la expresion (o al menos aceptación) de sentimientos y emociones.

Pero mucho más allá, lo que define a un hombre continúa siendo lo mismo desde hace siglos, y lógicamente coincide en general con lo que resulta atractivo a una mujer. A fín de cuentas, somos biología; no es casualidad que lo que atrae aún encaje con un cazador o con el líder de la tribu. La metrosexualidad o las corrientes más "emocionales" (como los emo) no dejan de ser puras modas que, como tales, pasarán.

Pondré un ejemplo: todos hemos oído a alguna mujer decir que no le gusta "tal" profesión en un hombre debido a que la considera "inculta" o algo parecido. Y luego hemos visto a esta mujer sentirse atraída, por ejemplo, por futbolistas, que generalmente (no siempre) hacen gala de una baja formación intelectual... Y diréis: bueno, pero en esa atracción entran otros factores como la posición social, económica, etc.

¡No! Porque también me refiero a futbolistas de bajo nivel. Entonces, ¿a qué se debe? Muy simple: el fútbol es la representación actual de la caza y la guerra, una de las mayores orgías de testosterona que se pueden presenciar a dia de hoy.

Por eso a los hombres nos apasiona (como juego) mucho más que a las mujeres; y por eso ellas, aunque se interesan poco por el aspecto competitivo, se derriten ante los gladiadores balompédicos: metrosexuales, sí; pero encarándose, sudando y luchando por lo suyo. A fín de cuentas, cazando y guerreando.

Comprendido ésto, indico algunas características propia y atemporalmente masculinas:

- Dignidad: olvidando antiguos valores como el honor o rasgos algo más ambivalentes como el orgullo, la dignidad (tanto general como en la relación con ellas) quizá no sea algo atrativo en sí, pero su carencia es fatal y plenamente eliminatoria.

- Autosuficiencia: no hace falta que hable de los atractivos de la autosuficiencie económica; incluso de sus ventajas para uno mismo: es buena para la seguridad, confianza y salud mental propias. Recordemos que el hombre evolutivamente está diseñado para solucionar problemas, y la autosuficiencia es el mejor ejemplo de resolución. Desde lo antes posible es bueno cultivarla, al menos en parte (pagarte al menos tu gastos, si eres muy joven), hasta que las circunstancias permitan autosuficiencia plena.

- Independencia: resulta plenamente atractiva en todas sus interpretaciones, desde la ya comentada económica hasta en lo que se refiere a tener un pensamiento propio, pasando por la libertad en el sentido más romantico del término, etc., etc.

- Liderazgo: el liderazgo supone normalmente cierta posición social, pero además y sobre todo, me refiero al liderazgo en la relación con ellas. Aunque suene machista, es otro dato científico que las mujeres quieren un hombre que las "lidere" (que nadie confunda ésto con lo que no es...). Por otro lado, ese liderazgo implica además el ser alguien activo, algo cuya ausencia tampoco suelen perdonar.


¿No las tienes? No importa, ¿Quién las tiene? Si te fijas bien, la mayoría no son innatas...

Felices fiestas,

A.P.

seduccionpractica@hotmail.es

3 comentarios:

  1. "Touché" aunque creo que las cualidades que describes deben aparecer en la proporción justa.
    El lidrazgo...creo que no acertaste en "...sobre todo en la relación con ellas..." Ya que bien sabido es que aunque de cara al exterior a las mujeres no nos importa que parezca que manda el hombre, nos gusta llevar los pantalones en la intimidad.

    Marta

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  2. Hasta hace poco invertía parte de mi tiempo libre en pensar que podía hacernos similares ó bajo que parametros podiamos exigir ó aceptar que tanto hombre como mujeres seamosiguales..pues bien, debo decir que estaba equivocada, ahora creo que nunca seremos iguales aunque poseamos las mismas capacidades.

    Respecto a las características, en cierta forma comprendo que se pueden tomar como decisiones de vida, pero, qué pasa con los que carecen de estas características y estan emparejados? esto demostraría que no siempre tenemos las reglas marcadas y por otro lado, existiría armonía en la pareja, empatía acaso?....

    No es mi estilo explayarme en los comentarios, pero hoy me levanté pensando más de la cuenta en las cosas...

    Saludos.

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  3. Marta, podríamos decir, para entendernos, que liderar no es exactamente lo mismo que mandar.

    Por otro, Jinete, me refería a que esas cosas son atractivas, no a que sean imprescindibles. ¿Acaso no hay feos emparejados? :-P

    A.P.

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